miércoles, 15 de abril de 2009

Robert Castel. "El orden psiquiátrico. Edad de oro del alienismo" (Nueva Visión, 2009)

Sobre el telón de fondo del orden contractual instalado por la Revolución Francesa, el loco, bruscamente, desentona. Demente, no es sujeto de derecho; irresponsable, no puede ser objeto de sanción. Pero, foco de desorden, deber ser administrado, controlado, neutralizado. (…)En las grietas de las regulaciones administrativas y de las prescripciones legales, la medicina mental impuso progresivamente un nuevo tipo de relación, la relación de tutela. La finalidad: reinscribir la locura en el orden social, pero de acuerdo con un sistema de reglas diferentes de las que asignan sus lugares y sujetan a sus tareas a los individuos "normales”.
El medio: unir las aspiraciones de la filantropía y las luces del saber en una primera medicina social.El resultado: la definición por la ley de 1838, de un estatuto completo de alienado, es decir, de menor completamente asistido.