jueves, 9 de enero de 2014

Carlos Faig. "Ensayos II. Matemática de los grafos" (Ricardo Vergara Ediciones, 2013)

Después de jugar con lo visible y lo invisible, en los esquemas ópticos del llamado Informe de Lagache, dejando atrás el velo y su más allá, la escisión del espacio (euclidiano, aunque enrarecido) que impone el esquema L, encontramos que los grafos producen un irrepresentable. El cruzamiento doble   e invertido de  las líneas que lo componen, aunque escape a primera vista, no pertenece al campo de la representación. Estás cuatro clases tratan, en diversas aproximaciones, de esa ruptura. Quizá aquí comienza la topología de Lacan, después de algunos tanteos y cuando el Seminario suelta sus amarras del estructuralismo de Jakobson y Lévi-Strauss.

   En Matemática de los grafos pretendo demostrar los siguientes puntos:
   -El grafo es el matema de Escritos;
   -Transitivismo y concurrencia son sus operaciones básicas;
   -La raíz de menos uno resume buena parte del desarrollo;El grafo no es aplicable al material clínico (aunque Lacan no deje de hacerlo). Llamo a esta operación, por regla general analógica u homológica, “grafo en el grafo”.La problemática de la satisfacción solo es ubicable en la cadena significante a partir de una perforación (del Falo). La satisfacción se produce en presencia, mientras que, por el contrario, el significante re-presenta. De allí la importancia de un cruzamiento ajeno a la representación que se resuelve en el fantasma y el deseo.