martes, 18 de junio de 2013

Célia Bertin. "Marie Bonaparte". La discípula de Freud que exploró la sexualidad femenina. (Tusquets, 2013)




Descendiente de un hermano de Napoleón, heredera de una incalculable fortuna y casada con el príncipe Jorge de Grecia, Marie Bonaparte (1882-1962) ejerció un papel decisivo en la difusión del psicoanálisis en Francia. Educada por una abuela autoritaria y un padre distante, Marie descubrió en el mundo de las letras y de la cultura un bálsamo capaz de compensarla de la soledad de su infancia y de un matrimonio decepcionante. Amante, entre otros, de un primer ministro francés, y tenaz escrutadora de sus propios síntomas psicosomáticos, Marie descubrirá a comienzos de los años veinte el movimiento psicoanalítico. En 1925 se hará analizar por el propio Sigmund Freud, y entre ambos nacerá una amistad que durará hasta la muerte del éste. Con el tiempo, ella misma se convertirá en una respetada psicoanalista.

Su dinero e influencias le permitieron ayudar a muchos intelectuales judíos a escapar del acoso nazi, entre ellos a Freud, una parte importante de cuya correspondencia salvó de la  destrucción. Comprometida defensora de muchas causas perdidas, a lo largo de su vida se implicó asimismo en la lucha contra la ablación y la pena de muerte.