Durante sus primeros siglos, el poder de los religiosos de La Sorbona en la formación de la élite del reino francés era muy fuerte. En 1532, por ejemplo, llegaron a perseguir al escritor Francois Rabelais y prohibieron su célebre Pantagruel. Ahora, como un símbolo de los grandes cambios que ha experimentado este claustro creado en 1257 por Robert de Sorbonne, capellán y confesor del rey San Luis, La Sorbona otorgó el doctorado honoris causa a la escritora norteamericana Toni Morrison, ganadora en 1993 del Premio Nobel de Literatura, que describe la miseria de los descendientes de esclavos africanos en los Estados Unidos.Como lo recordó la ministra de Educación de Francia, Valerie Pécresse, en el álbum publicado para celebrar los 750 años, "La Sorbona asistió sucesivamente, y siempre con retraso, al nacimiento de la ciencia moderna y al fantástico triunfo de la filosofía del siglo de las Luces", burlándose de René Descartes, despreciando al naturalista Georges Buffon y condenando a Jean-Jacques Rousseau.La escuela de teología sería clausurada durante la Revolución Francesa y en 1808 Napoléon Bonaparte donó sus edificios a la universidad de París. Su sede principal, reconstruida en el siglo XVII por orden del cardenal duque de Richelieu, se encuentra en el Barrio Latino, llamado así desde la Edad Media por la gran cantidad de estudiantes y clérigos que hablaban latín, lengua oficial hasta 1793.La tradición universitaria sigue muy viva en sus alrededores, foco de las célebres revueltas estudiantiles de mayo de 1968. El nacimiento de la Sorbona contemporánea y pluridisciplinaria, con la separación de la enseñanza de las ciencias y las humanidades, surgió después de esa crisis del Mayo francés.Se crearon entonces nueve universidades, llamándose Panteón-Sorbona-París IV la que funciona en la antigua sede, donde se estudian las llamadas ciencias humanas: letras, idiomas, filosofía, sociología, historia, arqueología, historia del arte, musicología, información y comunicación.Desde esa época, y en contraste con la Universidad de París III, llamada la Nueva Sorbona, fundada por los literatos y lingüistas de la facultad de letras más comprometida con la rebelión estudiantil, la vieja Alma Mater tiene fama de ser tradicionalista, arcaica y reaccionaria, pero en la actualidad intenta estar más atenta a las nuevas corrientes del pensamiento.El conjunto de universidades agrupadas bajo la etiqueta "París-Sorbona" cuenta con 23.500 estudiantes (14.000 en licenciatura, 7.000 en maestría y 2.500 en doctorado), de los cuales 4.000 son extranjeros.La ministra de Educación recordó que Francia pretende alcanzar el objetivo que se fijó en el 2000: lograr que cada año el 50% de sus jóvenes llegue a obtener un diploma en la educación superior "ya que la elevación del nivel global de la cualificación de los franceses es decisiva en la economía mundial del conocimiento".El año 2006, según Jean-Robert Pitte, presidente de La Sorbona, fue una fecha importante en la historia de la universidad gracias a la apertura de una sede en Abu Dhabi, a petición del gobierno de este emirato miembro de la Federación de Emiratos Arabes Unidos. Estudiantes de una treinta nacionalidades del Cercano y Medio Oriente siguen en francés cursos "rigurosamente idénticos" a los del alma mater parisiense.
Fuente: AFP