El sábado 24 de noviembre de 2007, se presentó en la sede de Donostia – San Sebastián de la ELP, “El Libro Blanco del Psicoanálisis”, en un acto organizado por la biblioteca de dicha sede. Fueron invitados para la ocasión Félix Rueda, psicoanalista en Bilbao y Manuel Fernández Blanco, psicoanalista en La Coruña, ambos coautores de dicho libro, editado en la colección "ELP-RBA".
Tras la presentación de los ponentes realizada por Isabel Montes, (secretaria de la Sede) y una breve lectura de “Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis” de J. Lacan que aconseja la renuncia a quien no pueda unir su horizonte a la subjetividad de su época, se pasó la palabra a los participantes.
Félix Rueda expuso el proceso que había llevado a la creación de “El libro blanco del psicoanálisis” que implicaba un despertar y un contraataque. Ante la ofensiva de reglamentación de las prácticas psi en Francia, la respuesta de J. A. Miller despertó a los analistas. Pero el esfuerzo de regulación es sólo la punta del iceberg de un proceso social más amplio que busca la homogeneización.
En los pretendidos procesos de regulación psi, puestos en marcha con el pretexto de proteger a la población, se trata en el fondo de confiscar libertades. En el fondo late también el objetivo de desacreditar al psicoanálisis. Se edita “El libro negro del psicoanálisis” que promociona las TCC. En 2006, la ELP edita “El libro blanco del psicoanálisis” como respuesta. Se crearán también los CPCT como otro modo de respuesta y reivindicación de la utilidad pública del psicoanálisis.
Estos, más otros pasos dados, implican un movimiento de resistencia ante una nueva disposición de la civilización que lleva a la homogeneización. Estamos en el biopoder definido por M. Foucault en el que se asiste al auge de normas, procedimientos de control, cultura de la evaluación, políticas de calidad, etc. Es el esfuerzo por dominar la vida.
La ofensiva sigue en el mundo psi y de lo que se trata hoy es de poder anticipar el último asalto. Afirma que cada generación deberá luchar por sus libertades y esto despierta al psicoanálisis.
Manuel Fernández Blanco comenzó afirmando que este tema es su mayor preocupación ya que nos jugamos el modelo de civilización. Estamos en la época del fin de los grandes relatos, ya no hay discursos dominantes, no hay referencias fuertes que organizan la vida, la ética. La ciencia ocupa ese lugar.
Parece claro que vamos a vivir en una sociedad en la que los postulados científicos serán incuestionables. Esto hace que por ejemplo determinadas leyes se aprueben si se trata de algo relacionado con la salud. Esto es inquietante. En una época de cierto ateísmo generalizado, de increencia, el nuevo Dios es la ciencia. Es el Otro absoluto, es un fetiche. Tildar algo de no científico es descalificarlo y lo contrario. Cuando se trata de la ciencia no hay izquierda y derecha y esto tiene consecuencias.
El Ideal de la ciencia, de su lenguaje, es la matemática, que todo pudiera reducirse a una fórmula matemática. No distingue el enunciado de la enunciación. Es el lenguaje unívoco, ajeno a los efectos posibles de sentido. Aspiración a un saber sin sujeto, acéfalo. Esto está en juego cuando se postula a las TCC como única técnica válida junto a la medicación. Es la aspiración a la eliminación de lo subjetivo.
Estamos en el imperio de la sociedad científica, ante el presagio de un nuevo autoritarismo. Antes operaba la Inquisición y hoy tenemos la nueva Inquisición que se viste con los ropajes de las falsas ciencias.
La clasificación y evaluación generalizada llevan a la agrupación de los mismos con los mismos. Instala en la civilización el universo del campo de concentración que va de la mano de la segregación. El cientismo en la época de fragmentación de lo social es el retorno del Uno que no admite la excepción: la Ciencia. No admite crítica, cumple la función de la verdad revelada. En la época de la muerte de los valores, el único valor que no se cuestiona es la verdad científica. En su nombre se establece lo permitido y lo prohibido. Estamos ante un fenómeno que nos pone en una perspectiva autoritaria pero sin un Amo encarnado. Es una tiranía mucho más sutil. Es un autoritarismo incorpóreo que se destila a todos los niveles de la sociedad. Es la evaluación y el control por las mejores razones del mundo: por el bien del consumidor. Es un autoritarismo eficaz porque los sujetos científicos no saben que son ellos mismos esclavos del discurso que promueven.
En nombre de los derechos se acaba con la libertad, en nombre de la salud se acaba con ella, ya que bajo la promesa de la felicidad se condena a la depresión generalizada. El objeto es siempre insatisfactorio y la salud convertida en objeto lleva a la insatisfacción.
En Galicia uno de cada cinco pacientes sale de la consulta con una receta de antidepresivos o ansiolíticos. Se defienden terapias rápidas para evitar costes, cuando en realidad se está llevando a la cronificación lo que aumenta los costes de fármacos, bajas laborales, infelicidad.
Los psicoanalistas sabemos que ser feliz es imposible, y cuando se alienta la felicidad se lleva a los sujetos a la depresión. Se busca eliminar la castración y esto no es posible.
Las nuevas pseudo-ciencias no son las del tiempo de las luces, no son contra el oscurantismo. Estamos en la religión de la hipermodernidad.
¿Qué hacer? Hay que jugarse la partida en el campo de la política y es la esperanza de la civilización ya que estos intentos de regulación y control llevan a un modelo de vida insoportable. Entre los fantasmas autoritarios y las personas concretas hay una gran distancia. Lo que decimos tiene eco en la mayoría si se sabe expresar y es el mensaje a trasladar ya que nos jugamos el modelo de sociedad: la democracia.
Comentarios surgidos en el debateTras las intervenciones se planteó un interesante debate cuyas aportaciones principales recogemos a continuación.
Se trataría de conseguir que el sujeto y la clínica del sujeto no queden borrados de la faz de la tierra. Hay que ofrecer respuestas que pongan de relieve la imposibilidad de cerrar el conocimiento. Utilizar la ironía recurriendo a lo ocurrido históricamente, recopilar datos de lo que la ciencia va diciendo y sus contradicciones. Elaborar programas pero que no responden a protocolos. Por ejemplo en los CPCT, programas para mujeres maltratadas que preguntan por sus elecciones una por una. Evaluar con criterios propios y demostrar que el psicoanálisis es más eficaz y en menos tiempo.
Manuel Fernández Blanco traslada la idea de J.-A. Miller según la cual si se consigue parar lo suficiente el sistema en marcha, tal vez de tiempo para que lo real retorne y recoloque las cosas.
No se está contra el conocimiento científico sino contra la extensión de ese modelo como único. El modelo actual del “si quieres puedes” es una atrocidad, un imperativo que aplasta. Está bien a veces no poder. Por otro lado, la burocracia lleva al colapso del sistema y a la caída de la libido. No hay que olvidar tampoco que la evaluación es un negocio y que vivimos en el mundo de los gestores.
El psicoanálisis puede despertar, permitir salir de la estupidez. Hay que aprender de los nuevos sujetos, saber algo de lo que pasa, estar atentos a la subjetividad de la época.
Índice
Prefacio, Miquel Bassols
I. El sistema "psi".
Las buenas noticias del progreso, J.A. Miller
El sistema "psi" y su vacío, M. Bassols
Esa metáfora maravillosa, G. Dessal
La cadena psicoterapéutica, X. Esqué
La salud mental y el derecho a la transferencia, J.A. Naranjo
Nuevo régimen del campo "psi", E. Laurent
II. La ideología de la evaluación.
El gran secreto de la ideología de la evaluación, J.C. Milner
Imperio del número y pulsión de muerte, A. Aromí
El agujero de la evaluación, H. Tizio
La puerta de Comares, V. Palomera
III. La política "Psi".
La política no es algo ajeno al mundo "psi", L. Seguí
Europsy, M. Montalbán Peregrín
El Estado "psi", A. Vicens
Notas sobre la actualidad del psicoanálisis, V. Coccoz
IV. Los "psi" en el Estado español.
La regulación del ámbito "psi" en España, J.R. Ubieto
Sobre la regulación de las prácticas "psi" en España, C. Cuñat
Configuración del campo "psi" en Andalucía, J. Ambel
Situación del campo "psi" en Aragón, P. Larena
Un cambio de cultura progresivo, M. Marín y F. Rueda
Los emigrantes de la palabra, A. Castaño
El panorama "psi" en Madrid, A. Borderías
El autoritarismo incorpóreo, M. Fernández Blanco
El panorama "psi" en Valencia, M. Vázquez
Big Brother contra el velo del pudor, E. Berenguer
Los nuevos apestados, J.M. Alvarez
V. Los centros de psicoanálisis aplicado.
Centro psicoanalítico de consultas y tratamiento de Barcelona, E. Guilañá
Clínica del Campo freudiano en La Coruña, M. Fernández Blanco
La red asistencial de la ELP en Madrid, A. Borderías
VI. Documentos.
De la utilidad social de la escucha, J.A. Miller
Por una carta del psicoanálisis, B-H. Lévy
Para una coordinación "psi", J.A. Miller