martes, 24 de julio de 2007

Anticipo





Acerca de “Mon Enseignement” de Jacques Lacan.
Ed. du Seuil, col. Paradoxes, Paris, 2005.



“... mi enseñanza se filtra por todos lados,
es un viento que hiela cuando sopla demasiado fuerte.”(1)

La aparición en el mercado editorial de textos pertenecientes a Jacques Lacan siempre constituye un acontecimiento. Más allá de las discusiones por el estilo de las ediciones, las demoras en su publicación y los “establecimientos” de su albacea testamentario –problemas que exceden el intento de esta nota–, la colección “Paradojas de Lacan” de la editorial du Seuil sigue rescatando fragmentos de su enseñanza. Si bien los dos primeros volúmenes de la colección fueron rápidamente traducidos y publicados en español por la editorial Paidós, el tercero permanece aún inédito en nuestra lengua a pesar de haber visto la luz en octubre de 2005.
El libro lleva por título Mon Enseignement (“Mi Enseñanza”) e incluye tres conferencias pronunciadas por Lacan en distintas ciudades del interior de Francia ante públicos que no conocían con precisión su obra. Curiosamente, podría afirmarse con escaso margen de error que las exposiciones fueron realizadas en un estilo más llano que el habitual, con el objetivo de tornar más familiares al auditorio los conceptos clásicos del psicoanálisis. Dato más curioso aún al situarlo temporalmente: las conferencias están fechadas en octubre y junio del ’67 –la primera y la tercera– y en abril del ’68 la segunda, por lo que su cercanía con la aparición del volumen de los Escritos no las tiñó con su dificultoso estilo.
La primera de las conferencias fue pronunciada en octubre de 1967 en el Centro hospitalario du Vinatier en Lyon a instancias del filósofo Henri Maldiney quien coordinaba las actividades de tipo cultural en la institución y con quien Lacan mantiene un diálogo luego de su exposición. El título propuesto fue Place, origine et fin de mon enseignement (“Lugar, origen y fin de mi enseñanza”). Y ya desde el inicio resulta claro que Lacan abordará dichos tópicos de una manera ordenada, poco habitual en sus presentaciones orales. A lo largo de su intervención hace lugar a la topología, refunda su rechazo del origen y establece ciertas coordenadas del fin de análisis –curiosamente esta conferencia no es presentada con una fecha precisa, por lo que es difícil establecer si fue pronunciada antes o después del 9 de octubre, día de su famosa “Proposición...”–. Ahora bien, con respecto al “fin” de su enseñanza... “se trata de formar psicoanalistas a la altura de esa función que se llama el sujeto, puesto que está confirmado que no es sino a partir de ese punto de vista que se puede ver aquello de lo que se trata en el psicoanálisis.”(2)
La segunda, pronunciada en una sala municipal situada frente al Hospital psiquiátrico Charles-Perrens de Burdeos cuyos internos habían realizado la invitación, está fechada el 20 de abril de 1968. Su título es Mon enseignement, sa nature et ses fins (“Mi enseñanza, su naturaleza y sus fines”). En esta alocución sorprende su remitencia constante a los términos freudianos –quizá porque su auditorio estaba compuesto esencialmente por psiquiatras–. Lacan descarga su arsenal teórico hablando de Descartes, Aristóteles, Hegel y Freud. Hace referencias a la ciencia, a la lingüística y siempre, siempre, deja al sujeto en el centro de la escena: “Que el sujeto haya sobrevivido a través de la tradición filosófica es demostrativo, si se puede decir así, de una verdadera conducta de fracaso del pensamiento. ¿No es ésta la razón para no abandonar a este término de «sujeto», en el momento en que finalmente se trata de hacer girar su uso en otra dirección?”(3).
La tercera y última conferencia es el resultado de una invitación cursada desde Estrasburgo por un importante grupo lacaniano que se había formado a partir de la segunda mitad de los años ’50 en torno del psiquiatra y psicoanalista Lucien Israël. Está fechada el 10 de junio de 1967 y fue pronunciada en la Facultad de medicina de Estrasburgo. Su título Donc, vous aurez entendu Lacan, antes de ser traducido exige ser puesto en su contexto: “No puedo decir que mi situación resulte difícil. Por lo contrario, es extraordinariamente fácil. La forma misma con la que acabo de ser presentado indica que, de todos modos, habré hablado a título de Lacan. Entonces, ustedes habrán escuchado a Lacan.” (4) Quizás esta sea el texto más cercano a nosotros, analistas. Lacan se retoma. Reflexiona acerca del efecto que produjeros sus Escritos y su enseñanza, para lo cual debió situarse como si nada hubiera sido hecho antes. Sigue la referencia a Freud y a sus enfermedades del pensamiento: “«Piénsense los unos a los otros». De lo que se trata es de este pensamiento (...) He aquí aquello con lo cual Freud se introduce.”(5) Y sobre el final, lejos de París y ante un auditorio de provincia, acusa a algunos de los que han seguido su enseñanza de “pavonearse” mediante artículos que no hacen sino repetir sus fórmulas. Lo que no deja de ser, a pesar de todo, otro efecto de su enseñanza.
Sólo nos queda esperar que la traducción española vea pronto la luz para que todos los psicoanalistas de lengua española puedan acceder a un Lacan diferente; y para que puedan juzgar por sí mismos si esa enseñanza que da título al volumen ha producido los efectos que Lacan auguraba.
Siempre... liber enim librum aperit.
(publicado en "Imago-Agenda", marzo 2007)


(1) Lacan, Jacques. Televisión, en “Psicoanálisis, Radiofonía & Televisión”, Ed. Anagrama, Barcelona, 1977, p. 100.
(2) Lacan, Jacques. Place, origine et fin de mon enseignement, en “Mon Enseignement”, ed. du Seuil, Paradoxes, Paris, 2005, p.58 [traducción personal].
(3) Lacan, Jacques. Mon enseignement, sa nature et ses fins, en “Mon Enseignement”, ed. du Seuil, Paradoxes, Paris, 2005, p.111[traducción personal].
(4) Lacan, Jacques. Donc, vous aurez entendu Lacan, en “Mon Enseignement”, ed. du Seuil, Paradoxes, Paris, 2005, p.115 [traducción personal]. En la cita, las itálicas traducen el título de la conferencia.
(5) Ibid. p. 124