Jacques Lacan, “Le Séminaire, Livre XVI, D’un Autre à l’autre.”
Ed. du Seuil, Paris, 2006.
Un cambio consumado de política editorial.
“La esencia de la teoría psicoanalítica
es un discurso sin palabras.”[1]
Por lo general, los analistas considerados lacanianos hemos realizado un recorrido por los seminarios de Jacques Lacan. Leídos dificultosamente en las estenografías disponibles en Internet o mediante las esforzadas traducciones nacionales de diversa calidad, no puede decirse que su contenido nos resulte desconocido al momento de la aparición de un nuevo volumen “oficial”. Sin embargo las erratas de tipeado y escaneado, las divergencias en los gráficos y el ordenamiento que surge como efecto del establecimiento del texto, generan diferencias que modifican la lectura y que merecen ser consideradas. No es mi intención dar cuenta en esta nota de las mismas y ahorrarle al lector un trabajo tal, sino que quisiera anticiparle con qué se encontrará cuando –supongo– en poco tiempo más vea la luz la versión española.
Desde la aparición del seminario sobre “La Angustia”, hemos comenzado a notar cierta nueva orientación en el estilo de las publicaciones. En aquel caso, se trataba de la inclusión de ciertos gráficos de puño y letra de Lacan, y de las láminas con los cuadros de Zurbarán, el dibujo de Isabella (“Io sono sempre vista”) y la foto del Gran Buda en Todai-Ji. Era poco pero era mucho, y quería decir algo.
La apuesta se duplicó para “El Sínthome”. La excelente calidad de los gráficos –con la que seguramente habíamos soñado en las épocas de nuestros primeros abordajes sobre el nudo–, fue acompañada en la ocasión por una serie de anexos impensables otrora: la conferencia de Lacan sobre “Joyce el Síntoma”, la ponencia de Jacques Aubert en el marco del Seminario y sus “Notas de lectura” fundamentales para no desorientarse en la obra de Joyce y, finalmente, esa “Nota paso a paso” de Jacques-Alain Miller que es un texto con valor propio y da cuenta de su particular lectura de Lacan. También, un índice de nombres propios que permite mayor facilidad en la búsqueda de las referencias.
Para el seminario “De un Otro al otro” del período lectivo 1968-1969 la propuesta se mantiene. En tapa, Dalí: “El rostro de la guerra”. Veinticinco clases en 406 páginas y, nuevamente, los anexos: “Fibonacci tomado por Lacan”, texto de Luc Miller que retoma y extiende los desarrollos matemáticos del Seminario –muy extensos, por cierto– echando luz sobre algunos supuestos que dificultan quizá el abordaje del texto. Sigue la “Ayuda al lector” de Jacques-Alain Miller: un texto inclasificable, en cuyas páginas esclarece referencias, corrige errores, ofrece explicaciones y, fundamentalmente, contextúa los decires de Lacan. Sigue el “Dossier de la evacuación”, que recoje los documentos de la polémica generada ante el desalojo del Seminario de la École Normale Superieure (notas periodísticas, solicitada de apoyo, cartas de Lacan, etc.) Finalmente, otra vez un índice onomástico.
¿Qué dirección tendrá este cambio tan significativo en la política editorial de los responsables de la edición oficial del Seminario de Lacan? ¿Se tratará de guíar la lectura? ¿Ofrecer al lector ciertas orientaciones? ¿Evitar posibles corrimientos? ¿Zanjar las cuestiones que permanecían ambiguas entre tantas versiones previas? Quizás, antes de intentar responder, el lector deba conocer cómo están organizados los cortes del Seminario.
Es fama que las escansiones introducidas en los libros oficiales del Seminario lo trascienden, por lo que no resulta infrecuente descubrir que numerosos cursos y jornadas son inscriptos bajo el mismo título que alguna sección de un Seminario oficial. Veamos, quizá, cuáles serán los próximos en ser utilizados. El Seminario se divide en siete secciones. Sólo la primera (“Introducción”) y la última (“Evacuación”) incluyen una clase. De las cinco restantes, la segunda se titula “La Inconsistencia del Otro” y la tercera “La apuesta de Pascal”. Las secciones cuarta, quinta y sexta, están tituladas a partir de una misma matriz: “El Goce: su campo”, “El Goce: su real” y “El Goce: su lógica”. Tal insistencia resulta significativa y parece más un anacronismo del establecimiento que la extracción de ciertos significantes que podrían orientar o sugerir una lectura. El psicoanalista lector sabrá qué destino darle a estos títulos (los que curiosamente parecen ser desmentidos por los títulos de las clases).
Ahora bien, entre la sesión del 12 de febrero, clase XI del Seminario, y la sesión del 26 de febrero, Lacan asiste a la Sociedad Francesa de Filosofía a escuchar la conferencia de Michel Foucault acerca de “¿Qué es un autor?” Y si bien había escrito en la pizarra antes de iniciar la primera sesión del Seminario que “La esencia del la teoría psicoanalítica es un discurso sin palabras”, el final de la conferencia de Foucault resonará a todo lo largo del Seminario y determinará el asunto del siguiente.
Como en otras ocasiones, el filósofo concluirá su intervención con una serie de preguntas que conviene citar: “¿Cuáles son los modos de existencia de este discurso? ¿Cómo se sostiene, cómo puede circular, quién puede apropiárselo? ¿Cuáles son los emplazamientos que en él se disponen para unos sujetos posibles? ¿Quién puede cumplir estas diversas funciones de sujeto? (...) ¿Qué importa quién habla?.”[2]
Lacan inicia un trabajo de respuesta que lo llevará a proponer la noción de plus-de-gozar, articulada con los operadores del saber y del sujeto. Rechazará para el psicoanálisis –y por lo tanto de manera diferente al argumento de Foucault– la identificación del sujeto y la persona (clase XX). Realizará una relectura de la dialéctica del amo y del esclavo vaciada de contenido y reducida a la relación de S1 con S2. Fundará un primer sistema permutativo (clase XXV) que, aunque no definitivo, organizará los aspectos discursivos...
La última clase del Seminario es casi la primera del siguiente. Y se nota. Siempre... liber enim librum aperit.
(publicado en "Imago-Agenda", abril 2007)
[1] Lacan, Jacques. “Le Seminaire, Livre XVI, D’un Autre à l’autre”, ed. du Seuil, Paris, 2006. p. 11 (el texto citado estaba escrito en la pizarra antes de iniciarse el seminario).
[2] Foucault, Michel. “¿Qué es un autor?”(1969) en Obras Esenciales, Volumen 1, Entre filosofía y literatura. Ed. Paidós, Barcelona, 1999, p. 351
Ed. du Seuil, Paris, 2006.
Un cambio consumado de política editorial.
“La esencia de la teoría psicoanalítica
es un discurso sin palabras.”[1]
Por lo general, los analistas considerados lacanianos hemos realizado un recorrido por los seminarios de Jacques Lacan. Leídos dificultosamente en las estenografías disponibles en Internet o mediante las esforzadas traducciones nacionales de diversa calidad, no puede decirse que su contenido nos resulte desconocido al momento de la aparición de un nuevo volumen “oficial”. Sin embargo las erratas de tipeado y escaneado, las divergencias en los gráficos y el ordenamiento que surge como efecto del establecimiento del texto, generan diferencias que modifican la lectura y que merecen ser consideradas. No es mi intención dar cuenta en esta nota de las mismas y ahorrarle al lector un trabajo tal, sino que quisiera anticiparle con qué se encontrará cuando –supongo– en poco tiempo más vea la luz la versión española.
Desde la aparición del seminario sobre “La Angustia”, hemos comenzado a notar cierta nueva orientación en el estilo de las publicaciones. En aquel caso, se trataba de la inclusión de ciertos gráficos de puño y letra de Lacan, y de las láminas con los cuadros de Zurbarán, el dibujo de Isabella (“Io sono sempre vista”) y la foto del Gran Buda en Todai-Ji. Era poco pero era mucho, y quería decir algo.
La apuesta se duplicó para “El Sínthome”. La excelente calidad de los gráficos –con la que seguramente habíamos soñado en las épocas de nuestros primeros abordajes sobre el nudo–, fue acompañada en la ocasión por una serie de anexos impensables otrora: la conferencia de Lacan sobre “Joyce el Síntoma”, la ponencia de Jacques Aubert en el marco del Seminario y sus “Notas de lectura” fundamentales para no desorientarse en la obra de Joyce y, finalmente, esa “Nota paso a paso” de Jacques-Alain Miller que es un texto con valor propio y da cuenta de su particular lectura de Lacan. También, un índice de nombres propios que permite mayor facilidad en la búsqueda de las referencias.
Para el seminario “De un Otro al otro” del período lectivo 1968-1969 la propuesta se mantiene. En tapa, Dalí: “El rostro de la guerra”. Veinticinco clases en 406 páginas y, nuevamente, los anexos: “Fibonacci tomado por Lacan”, texto de Luc Miller que retoma y extiende los desarrollos matemáticos del Seminario –muy extensos, por cierto– echando luz sobre algunos supuestos que dificultan quizá el abordaje del texto. Sigue la “Ayuda al lector” de Jacques-Alain Miller: un texto inclasificable, en cuyas páginas esclarece referencias, corrige errores, ofrece explicaciones y, fundamentalmente, contextúa los decires de Lacan. Sigue el “Dossier de la evacuación”, que recoje los documentos de la polémica generada ante el desalojo del Seminario de la École Normale Superieure (notas periodísticas, solicitada de apoyo, cartas de Lacan, etc.) Finalmente, otra vez un índice onomástico.
¿Qué dirección tendrá este cambio tan significativo en la política editorial de los responsables de la edición oficial del Seminario de Lacan? ¿Se tratará de guíar la lectura? ¿Ofrecer al lector ciertas orientaciones? ¿Evitar posibles corrimientos? ¿Zanjar las cuestiones que permanecían ambiguas entre tantas versiones previas? Quizás, antes de intentar responder, el lector deba conocer cómo están organizados los cortes del Seminario.
Es fama que las escansiones introducidas en los libros oficiales del Seminario lo trascienden, por lo que no resulta infrecuente descubrir que numerosos cursos y jornadas son inscriptos bajo el mismo título que alguna sección de un Seminario oficial. Veamos, quizá, cuáles serán los próximos en ser utilizados. El Seminario se divide en siete secciones. Sólo la primera (“Introducción”) y la última (“Evacuación”) incluyen una clase. De las cinco restantes, la segunda se titula “La Inconsistencia del Otro” y la tercera “La apuesta de Pascal”. Las secciones cuarta, quinta y sexta, están tituladas a partir de una misma matriz: “El Goce: su campo”, “El Goce: su real” y “El Goce: su lógica”. Tal insistencia resulta significativa y parece más un anacronismo del establecimiento que la extracción de ciertos significantes que podrían orientar o sugerir una lectura. El psicoanalista lector sabrá qué destino darle a estos títulos (los que curiosamente parecen ser desmentidos por los títulos de las clases).
Ahora bien, entre la sesión del 12 de febrero, clase XI del Seminario, y la sesión del 26 de febrero, Lacan asiste a la Sociedad Francesa de Filosofía a escuchar la conferencia de Michel Foucault acerca de “¿Qué es un autor?” Y si bien había escrito en la pizarra antes de iniciar la primera sesión del Seminario que “La esencia del la teoría psicoanalítica es un discurso sin palabras”, el final de la conferencia de Foucault resonará a todo lo largo del Seminario y determinará el asunto del siguiente.
Como en otras ocasiones, el filósofo concluirá su intervención con una serie de preguntas que conviene citar: “¿Cuáles son los modos de existencia de este discurso? ¿Cómo se sostiene, cómo puede circular, quién puede apropiárselo? ¿Cuáles son los emplazamientos que en él se disponen para unos sujetos posibles? ¿Quién puede cumplir estas diversas funciones de sujeto? (...) ¿Qué importa quién habla?.”[2]
Lacan inicia un trabajo de respuesta que lo llevará a proponer la noción de plus-de-gozar, articulada con los operadores del saber y del sujeto. Rechazará para el psicoanálisis –y por lo tanto de manera diferente al argumento de Foucault– la identificación del sujeto y la persona (clase XX). Realizará una relectura de la dialéctica del amo y del esclavo vaciada de contenido y reducida a la relación de S1 con S2. Fundará un primer sistema permutativo (clase XXV) que, aunque no definitivo, organizará los aspectos discursivos...
La última clase del Seminario es casi la primera del siguiente. Y se nota. Siempre... liber enim librum aperit.
(publicado en "Imago-Agenda", abril 2007)
[1] Lacan, Jacques. “Le Seminaire, Livre XVI, D’un Autre à l’autre”, ed. du Seuil, Paris, 2006. p. 11 (el texto citado estaba escrito en la pizarra antes de iniciarse el seminario).
[2] Foucault, Michel. “¿Qué es un autor?”(1969) en Obras Esenciales, Volumen 1, Entre filosofía y literatura. Ed. Paidós, Barcelona, 1999, p. 351